¡Estás eliminada!

Foto por Sinaí R. Lozano

Foto por Sinaí R. Lozano

¿Qué hacer cuando alguien te descarta?

Por Karla Olivares de Vega

Las redes sociales se han encargado de crear una imagen errónea de nosotros. La popularidad ahora se basa en la cantidad de amigos o seguidores que tienes, se cuantifican tus likes, comentarios, retweets, reposts, etc. 

Tuve un amigo que fue muy especial para mí. Estábamos en la misma escuela, teníamos las mismas clases, nos gustaba la misma música. Solíamos platicar mucho, de nuestros amigos, familia y parejas. En momentos de mucho dolor e incertidumbre recibí apoyo incondicional de su parte.

Mi padre estaba internado en el hospital y requería donadores de sangre. Este amigo fue el primero en ir al banco de sangre a donar. Casi se desmaya después de hacerlo, pero lo hizo por nuestra amistad. Siempre le estaré agradecida por ese acto de bondad. 

Conforme fue pasando el tiempo nos alejamos. Dejó de ir a la escuela. La amistad se había enfriado, pero no había desaparecido. Claro, teníamos las redes sociales que, hasta cierto punto, nos permitían estar en contacto, aunque fuera para ver la última publicación o historia más actual. 

Un día me encontré con los recuerdos que Facebook muestra y encontré una foto que tomamos en un evento de la escuela. Me dio mucha alegría recordar esos momentos tan divertidos que pasamos juntos. Decidí entrar a su perfil para saludarlo y disculparme por no escribirle más seguido para saber cómo va todo. Entonces noté que ya no pertenecía a su lista de amigos. Sentí un dolor extraño en el estómago, pero me armé de valor y le mandé un mensaje. 

"Siento mucho el distanciamiento que hemos tenido, eres un gran amigo, has sido mi confidente por varios años. ¡Perdóname por ser tan mala amiga! Deseo que tú y tu familia estén bien". 

Para mi sorpresa, me respondió enseguida. 

"Hola. Sentí la necesidad de borrarte porque dejamos de tener cosas en común. Mi ateísmo y publicaciones pueden incomodarte". 

En un principio me sentí discriminada por ser cristiana (Mateo 10:22). Él decidió borrarme de sus redes y de su vida por el simple hecho de que creo en Jesucristo. Me sentí mal porque lo consideraba importante en mi vida, pero después entendí que Dios me había permitido conocerlo por una razón.

Tal vez mi error fue no haber sabido compartirle sobre el amor de Jesús. Tuve la oportunidad de contarle sobre las maravillas de Dios y me las callé.

(Amigo mío, tal vez sea una tontería, pero sí me dolió que me eliminaras. Me encantaría que siguiéramos siendo amigos, y si de casualidad estás leyendo estas líneas, quiero que sepas que, aunque nuestros caminos se separaron, mi oración es que seas pleno, feliz y que un día conozcas a Jesucristo). 

Seguro esto te ha pasado: tienes amigos, pero en algún momento se termina la relación. Es probable que en ocasiones te sientas traicionada, señalada e incluso haya momentos en los que recibas burlas por tus creencias.

Tu fe, valores y en quién has creído no deben cambiar porque te dieron unfollow o eliminar. Con esa experiencia aprendí que la amistad en algunas ocasiones tiene fecha de caducidad. También  comprendí que no debo valorarme con base en lo que los demás opinen de mí; soy tan valiosa para Jesús que dio su vida por mí. 

Jesús nos ama tanto que nos permite experimentar estas situaciones para reflexionar sobre la gente con la que convivimos. Pregúntate si ese amigo o novio te aleja o te acerca más a Dios (2 Corintios 6:14). Sé sabia en tus decisiones y pide al Señor te ayude a discernir.

Si cierta amistad te está apartando del Señor es válido alejarte, pero recuerda que aunque, aparentemente ya no tienen nada en común, tú puedes seguir orando por esa persona.

La amistad quizás termine, pero el cariño que sientes permanece y por ende la oración no debe detenerse. No dejes de orar por la gente que conoces, a pesar de que ya no estés en tu lista de amigos. Nada te impide seguir intercediendo por él a través de la oración (3 Juan 1:2). Demostremos el amor de Jesús orando unos por otros, pues esa actitud sin duda es de amigos. 


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