Caricias con los puños
Foto por Diana Gómez
¿Qué hacer ante la violencia de alguien que dice amarte?
Por Karla Isabel Olivares Ramos
«Te pego porque te quiero». Estas palabras nos remontan a tiempos donde los hombres demostraban su poder golpeando a sus esposas. Nuestra época no ha cambiado mucho; aún existe el maltrato en la sociedad y en los hogares.
Seis de cada diez universitarios confiesan haber sido víctimas de violencia durante su relación de noviazgo. Un estudio reciente muestra que los estudiantes están expuestos a diferentes tipos de maltrato por parte de sus parejas. Asimismo, hace hincapié en que no solo las mujeres son víctimas, sino también los hombres.
La violencia se manifiesta de diferentes maneras. Por lo tanto, es importante identificarla para así terminar con ella.
1. Violencia física
Se presenta en forma de: golpes, mordidas, cachetadas, patadas, jalones, empujones, etcétera.
Una chica me comentó: —Mi novio me dio una cachetadita suave—. Le sugerí estar alerta con ese tipo de acciones por parte de su pareja. Le advertí que cualquier clase de golpe, por muy pequeño o insignificante que parezca, es una agresión.
La violencia física no solo deja marcas en el cuerpo, sino en el alma de la persona. Sanar esas heridas es posible. Hay esperanza.
2. Palabras que lastiman
Todo lo que decimos tiene un impacto en quienes reciben el mensaje. Una frase agradable será del gusto del que escucha. Por otro lado, expresar siempre aspectos negativos llega a considerarse violencia.
Tuve un novio que se deleitaba en criticarme y resaltar mis defectos. —Deja de comer, cada vez te pones más gorda, —decía. Sus quejas provocaron que me creyera poca cosa y llegué a sentir odio hacia mi persona.
También me trataba con insultos. Yo pensaba: —Me lo merezco—. Supuse que dicha forma de actuar era por amor. ¡Qué equivocada estaba! Sus palabras no denotaban cariño, solo desprecio.
No necesitamos recibir golpes para determinar si estamos en una relación peligrosa. Debemos estar alertas y fijarnos si hemos recibido insultos y palabras que lastiman.
La mayoría de las chicas que hemos experimentado este tipo de noviazgos, tendemos a justificar a la pareja. Pero los golpes y las malas palabras en las relaciones implican una falta de respeto y de amor.
Es terrible ver que alguien reciba este tipo de trato, pero es más alarmante la actitud pasiva de las víctimas. Ningún tipo de maltrato es aceptable, por muy leve que parezca.
El noviazgo es la relación que permite a dos personas conocerse, para que más adelante logren unirse en matrimonio. Esto significa que el amor debe ser la base; sin él es imposible salir victoriosos.
Al ser hijos de Dios, todos merecemos ser tratados con respeto. No debemos tolerar el abuso en nuestra relación. Es necesario terminarla al primer indicio de maltrato. Si nos enfrentamos a la violencia, es importante destacar que es posible salir de ella. Busquemos ayuda.
Por supuesto, Cristo puede sanar nuestro dolor. Acercándonos a Él encontraremos paz y nos ayudará a perdonar a quienes nos agredieron. Dios es amor y puede restaurarnos. Jesús ve nuestras heridas y las transforma en cicatrices bellas.
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