¿Cómo tener un amigo?
3 estrategias para una amistad con alguien del sexo opuesto
De Erika Sawatzky
«No sé tener amigos varones. Yo no puedo hablar con ellos, si lo intento me siento muy incómoda».
Mi prima de 16 años compartió conmigo lo que sienten muchas chicas. No quieren ser coquetas, porque buscan agradar a Dios. Quizás también temen la tan mencionada impureza emocional por haber compartido demasiado con un hombre, en una amistad que no llegó a nada más. Pero, creen que es importante poder conocer a jóvenes varones cristianos porque, como es natural, esperan casarse algún día y formar una familia que honre al Señor.
Entonces, ¿cómo tener amigos? ¿Se puede tener una amistad sana con un chico? O, ¿es mejor simplemente evitarlos por completo? Hay tres puntos a recordar sobre el tema.
1. ¡Los varones son seres humanos!
Entre tantos nervios sobre cómo interactuar con ellos es fácil olvidar que Dios los hizo a su imagen y semejanza, así como hizo a la mujer. Relacionarte con varones de tu edad que tienen buenos valores te dará una perspectiva distinta e importante de quién es Dios.
Las amistades más saludables siempre están conscientes de la humanidad de la otra persona. Esto pone menos presión sobre la amistad porque recordamos que son falibles y que tenemos mucho en común. Nos podemos relajar y simplemente pasar tiempo juntos porque son simples seres humanos. Es importante interactuar con ellos desde esa perspectiva, antes que nada.
2. ¡Tienes más tiempo de lo que crees!
Cuando eres joven es normal empezar a soñar con tu príncipe azul, tu propio hogar y todo lo que conlleva. Esos sueños a veces nos llevan a pensar en todos los jóvenes varones que conocemos como posibles novios. Pero, esta manera de verlos es injusta. No les da la oportunidad de ser amigos sinceros y pone demasiada presión sobre la amistad. Al contrario, vive plenamente este tiempo de la amistad, conversa de la vida cotidiana, comparte chistes, habla del tema de la clase bíblica.
Disfruta la amistad por lo que es. Así aprovecharás la oportunidad para conocerlos de verdad, para beneficio y crecimiento de todos.
3. ¡Los límites en la amistad son buenos!
Tener que poner un límite alrededor de una amistad es normal, especialmente ahora que por los aparatos electrónicos tenemos acceso ilimitado a nuestros conocidos. (Los límites también son saludables para amistades del mismo sexo, pero es tema para otro artículo.)
En otras palabras, si un amigo del sexo opuesto está comenzando a pasar tanto tiempo mandándote mensajes que sientes crecer una intimidad que no tienes con otras amigas, es momento de poner un límite. O si las conversaciones con un amigo llegan a ser tan privadas que sería incómodo que alguien los escuchara, es momento de poner un límite*. Siempre habrá algunas personas que son más cercanas a ti que otras, es normal.
Pero es importante que no sea solo una persona, sino un grupo de amigos cercanos y que sea un grupo de ambos sexos. Tus amistades serán mejores y tendrás más libertad dentro de ellas gracias a los límites.
Debo terminar con una advertencia: evita estar a solas con un amigo. Una amistad verdadera se alimenta y se fortalece sin necesidad de tiempo a solas, de largas conversaciones sobre cosas íntimas, de muchos mensajes a diario. Si hay un amigo, de la edad que sea, que con frecuencia te manda mensajes, que te invita a estar a solas, que busca hacerte sentir especial, ¡no es un amigo! Una amistad se nutre de tiempo juntos, con otros amigos y en familia, se nutre de compartir chistes y noticias, sin necesidad de excluir a otros. Por tu seguridad emocional y física, evita estar sola con un «amigo».
La adolescencia es una etapa en la que la amistad con ambos sexos es muy importante. Relacionarte con amigos te preparará para tu futuro, te dará experiencia y conocimiento. Una de esas experiencias es poner límites, lo cual te servirá muchísimo como mujer adulta. ¡Disfruta de las amistades que Dios ha puesto en tu vida sabiendo que Él también te guiará cuando llegue la siguiente etapa!
*Nota adicional: ¿Por qué hablo de estos límites en particular? Porque si un varón quiere tener ese tipo de conversaciones, esa cantidad de tiempo o quizás aún más contacto contigo, su interés va más allá de la amistad. No está mal que quiera ser tu novio, pero esa relación conlleva mucho más compromiso, es serio y debe primero hablar contigo y con alguna figura de autoridad en tu vida sobre su interés en ti. Una vez establecida esta nueva relación, los límites, incluso el tiempo a solas juntos, cambian.
3 estrategias para una amistad con alguien del sexo opuesto